LA FELICIDAD SE COMPARTE
La felicidad no la conquistan los solitarios;
es necesario dejarnos acompañar de otras personas.
Por eso, para cocinar la felicidad será bueno “hacer lo que él os diga”.
Don Bosco se dejó acompañar de Dios y de María, confió en ellos y confía en los jóvenes, confía en tí.
Dejarse ayudar no es ser débil, es poder mejorar más rápido porque se nos estimula y anima a la vez que se nos exige (mejora personal), se nos ayuda a saber buscar y orientar nuestra vida.
La felicidad no la conquistan los solitarios;
es necesario dejarnos acompañar de otras personas.
Por eso, para cocinar la felicidad será bueno “hacer lo que él os diga”.
Don Bosco se dejó acompañar de Dios y de María, confió en ellos y confía en los jóvenes, confía en tí.
Dejarse ayudar no es ser débil, es poder mejorar más rápido porque se nos estimula y anima a la vez que se nos exige (mejora personal), se nos ayuda a saber buscar y orientar nuestra vida.